Lluvias de Huapaca
A Lyla
Ahora, como en Huapaca, llueve en la ciudad.
Pero
la lluvia tiene tu nombre
y
las primeras gotas siempre me hablan de ti
como
niños tiernos
que
llegan después del recreo.
¿Dónde
se esconden los ojos con que me mirabas?
Allá
éramos felices
como
dos orugas encabritadas de tanto horadar la noche.
Vivíamos
arrojados por la soledad,
detrás
de los cipreses y pinos
que
crecían vistiendo nuestros sueños furtivos.
Vivíamos
detrás de los vientos
que
nos decían que ese era otro país,
de
donde, quizás, jamás regresaríamos.
¿Cuándo
será marzo otra vez?
¿Cuándo
será abril o mayo, para que la nieve del patio
me
devuelvan los besos apurados
con
que me robabas el cielo que econdía para ti?
Aunque
he guardado algo de ti para el camino;
yo,
sin embargo,
vuelvo
a ese lugar olvidado de las vacaciones.
Voy
en silencio, para hallar tus palabras
que
vestían los amaneceres.
Voy,
aunque mis lágrimas
sean la única forma de lluvia que conozco,
cuando la distancia y tu silencio se clavan en mi corazón.
sean la única forma de lluvia que conozco,
cuando la distancia y tu silencio se clavan en mi corazón.
Enero de 2014.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUN POCO DE AUSENCIA CON COMPAÑÍA DEL ÚNICO AMOR DE TU VIDA, HACE POSIBLE QUE HAYA AMANECERES, LLUVIAS, LAGRIMAS ETC... TODO CON AMPLITUD DE PAMPA.
ResponderEliminarHERMOSA INSPIRACIÓN, COMO CUAL PINTOR LOGRA EN SU CUADRO EL SONIDO DE UNA LAGRIMA AL CAER.
a tt. cesar sanca cruz